La política en nuestro país no es muy bien vista, aquí ser político es sinónimo de ser corrupto y viceversa.
Ser político es atractivo, pues recibes sueldos onerosos y tiene pocos requisitos, por ejemplo para ser congresista se necesita:
Ser peruano de nacimiento,
Haber cumplido veinticinco años y
Gozar del derecho de sufragio.
Condiciones mínimas que permiten la entrada al congreso desde el ciudadano más humilde,que no sabe leer o escribir hasta el más preparado.
¿Será este el problema de la política?; no creo que lo sea, al menos no principalmente. Hoy en día es tan común que se elijan congresistas que no cuentan con la preparación necesaria como por ejemplo la elección por unanimidad una congresista que no ha concluido sus estudios escolares como presidenta del comité de educación del congreso, siendo más ilógico aún que ningún congresista lo haya interpelado.
Actualmente se manifiesta como opción para mejorar la imagen del congreso ante la población el retorno a la bicameralidad, pues se aduce como ventaja que: se logrará convocar a los entes cultos de nuestro país, se aligerará la carga de funciones en el congreso, mejorando la representación del mismo y se mejorará el filtro de leyes y proyectos del país.
En mi opinión el problema va más allá de lo anteriormente mencionado, y empieza por aquella palabra mencionada al inicio de este artículo,"la corrupción". Y es que para ser corrupto no se necesita ser rico o pobre, haber concluido la primaria o tener una maestría. La corrupción perjudica gravemente el funcionamiento de las instituciones públicas, pues muchas veces el soborno sirve para la aprobación de leyes en beneficio de algunos.
Pensando en esto, de repente al volver a la bicameralidad estaremos llamando a los corruptos más diestros del país, ... ¿quién sabe?.