La segunda ola trajo consigo muchos cambios, entre los cuales están:
· Su imagen difusa del poder: Pues no se sabía a ciencia cierta quién gobernaba. Los que ostentaban el poder se convirtieron en anónimos, caracterizándose por algo: “el poder de integración”. Pues si el industrialismo dividió a la sociedad en miles de partes, alguien tenía que reunir de nuevo las cosas en una forma diferente, lo que dio origen a los ejecutivos o administradores, coordinadores, presidentes, vicepresidentes, burócratas o directores, brotaron en todos los negocios, en todos los Gobiernos y en todos los niveles de la sociedad. Y se revelaron indispensables. Eran los integradores. Sin ellos, nunca habría podido funcionar el sistema de la segunda ola.
· Su Impulso Imperial: Esto se venía dando desde la primera ola; pero es en la segunda ola en la que se desencadena, transformando el pequeño imperialismo en gran imperialismo. Un imperialismo que extraía materias primas de las colonias, las sometía a tratamiento industrial y las devolvía a las colonias como productos manufacturados, obteniendo en esta operación un enorme beneficio económico. Un imperialismo que se integró en la estructura económica básica de la nación industrial de un modo tal que los puestos de trabajo de millones de obreros llegaron a depender de él.

· La indusrealidad: Pues por donde pasaba la segunda ola todo se iba transformando, creando una nueva forma de pensar sobre la realidad, a la que se le puede denominar “indusrealidad”, un grupo de ideas y presunciones que se le enseñaban a los niños para comprender el nuevo mundo. Ésta concepción se basaba en tres creencias. La primera de ellas estaba relacionada con la Naturaleza como un objeto que esperaba ser explotado, por lo que se extraían recursos a escala masiva, sin prestar mayor atención a los efectos secundarios ni a las consecuencias a largo plazo. La segunda idea estaba interrelacionada con la primera, pero agregaba al ser humano como la cima del proceso de evolución, lo que era confirmado con teorías como la de Darwin, llegándose a creer al industrialismo como la evolución superior a las culturas no industriales que le rodeaban del mundo. La tercera creencia enlazaba la Naturaleza y la evolución con el principio del progreso o la idea de que la Historia se mueve irreversiblemente hacia una vida mejor para la Humanidad.
oye que buena eleccion de libro , me encanto leerla a mi parecer te nutre mucho de conocimientos innovadores te felicito...
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