martes, 12 de octubre de 2010

LA TERCERA OLA: EL ENTORNO INTELIGENTE

En la actualidad se está construyendo una nueva infósfera para la civilización de tercera ola, donde se imparte inteligencia a los objetos muertos de nuestro entorno. Un ejemplo de ello es la computadora; que combina la memoria electrónica con programas que le dicen a la máquina cómo procesar los datos almacenados. Esta dispersión de la inteligencia del computador está progresando ahora con gran rapidez, llegando a computadoras de hogar, por no hablar de su interconexión en redes ramificadas, representa otro avance en la construcción de un entorno inteligente. Pero ni siquiera eso es todo.
Aparte sus aplicaciones en procesos de fabricación y comerciales en general, se hallan incorporados, o no tardarán en estarlo, a toda clase de objetos, desde acondicionadores de aire y automóviles, hasta máquinas de coser y balanzas, quienes  vigilarán y reducirán al mínimo la pérdida de energía en el hogar, ajustarán la cantidad de detergente y la temperatura del agua necesarias para cada carga de lavadora automática. Acomodarán también el sistema de combustible del automóvil. Nos avisarán cuando algo necesita reparación. Nos encenderán por la mañana el radiodespertador, la tostadora, la cafetera y la ducha. Calentarán el garaje, cerrarán las puertas y realizarán una vertiginosa variedad de otras muchas tareas, humildes y no tan humildes.
Ante todos estos avances es imposible dejar de preguntarse ¿Asumirán las máquinas el control de todo?, ¿Pueden unas máquinas inteligentes superar nuestra capacidad para comprenderlas y controlarlas? ¿Hasta qué punto debemos permitirnos depender del computador?, Al inyectar cada vez más y más inteligencia en el entorno material, ¿no atrofiaremos nuestras propias mentes? Frente a esto no puedo dejar de pensar en películas como “Yo Robot”, o “Inteligencia Artificial”.
Todo esto hará que nuestras mentes cambien, la forma en que sintetizamos la información, la forma en que prevemos las consecuencias de nuestras propias acciones.
En la actualidad, millones de personas se hallan excluidas del mercado de trabajo porque son analfabetas y hasta los trabajos más sencillos exigen personas capaces de leer impresos, teclas de encendido y apagado, talones de nómina, instrucciones y cosas parecidas. Pero analfabetismo no es sinónimo de estupidez. Sin embargo para las sociedades de la segunda ola, los analfabetos estaban condenados económicamente. Sin embargo en un entorno inteligente, cuando las máquinas, aparatos e incluso las paredes estén programados para hablar, el saber leer puede pasar a estar mucho menos relacionado con el sueldo de lo que ha estado durante los últimos trescientos años.
Estos son algunos de los aspectos a tener en cuenta para esta nueva ola, que pareciera estar lejos, pero está más cerca de lo que nos imaginamos.

3 comentarios:

  1. Al parecer lo que dices se acerca, creo que en algún momento las máquinas dominarán al mundo.

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  2. muy interesante lo que buscaba! gracias

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